El arbitraje se trata de la compra y venta simultanea de un mismo activo (acciones, divisas, materias primas, etc.) en diferentes mercados, en donde el inversionista u operador busca beneficiarse de pequeñas diferencias en el precio de cotización.

El arbitraje se puede usar siempre y cuando algún activo se pueda adquirir en algún mercado a un precio determinado y ofertarse simultáneamente en otro mercado a un precio más alto. Este método existe debido a ineficiencias en los mercados financieros. Al encontrarse dichas ineficiencias los operadores las explotan y las resuelven.

Por lo anterior, el arbitraje es considerado como un medio de mejora para la eficiencia de los mercados. A medida que se realizan operaciones de compra y venta entre los activos implícitos las diferencias en los precios se reducen, garantizando así que los precios no se desvíen considerablemente de su valor razonable. Por otro lado, los operadores que se benefician a través de los métodos de arbitraje agregan liquidez a los diversos mercados, lo que también aporta al funcionamiento de los mismos.

Uno de sus beneficios más grandes es que se trata de un tipo de operación con riesgo prácticamente nulo. Al tratarse de operaciones de gran velocidad o corta duración con un único fin de intercambio, mientras se mantenga activa la ineficiencia del mercado, el operador tiene la oportunidad de obtener el beneficio buscado sin exponerse al riesgo.

A manera de ejemplificar, si un operador identifica que se oferta una acción en la Bolsa de Valores de Nueva York en $50 USD y al mismo tiempo la misma acción se está pagando en moneda equivalente a $50.05 USD en la Bolsa de Valores de Londres, puede comprar y vender “n” títulos y así obtener una ganancia de $0.05 centavos de dólar por cada acción. El ejemplo descrito se trata de un tipo de arbitraje a dos puntos, pero también se puede hacer arbitraje a través de triangulaciones principalmente cuando se trata de operaciones dentro del mercado de divisas.

A pesar de la simplicidad de la que se pueda percibir el concepto de arbitraje, con los avances de la tecnología se ha vuelto cada vez más complicado beneficiarse de los errores o desviaciones en los precios de los mercados, por lo que se requieren sofisticados sistemas computarizados para poder identificar y beneficiarse de alguna oportunidad existente en los mismos. Por su parte, si bien es complejo identificar oportunidades de arbitraje, las cuales pueden desaparecer en segundos, los costos implícitos de transacción e impuestos podrían a su vez limitar el potencial de utilidad.

El factor diferenciador que permitiría rendimientos potenciales en el uso de arbitraje sería tener un sistema automatizado altamente sofisticado, así como montos de inversión considerables que permitan ganancias significativas en el tiempo. La habilidad y expertise para identificar oportunidades de arbitraje también es muy relevante.